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Una vez que has comenzado a invertir tu dinero, una de tus prioridades debe ser proteger tus inversiones. Dispones de una serie de herramientas y técnicas que pueden ayudarte a lograr esta meta. En este artículo te presentamos cinco maneras de proteger tu inversión.

Limita las pérdidas

Los precios de las acciones suben y bajan; a veces repentinamente, incluso bruscamente. Para evitar que estas fluctuaciones impacten en tu cartera de valores puedes recurrir a una orden stop loss. Se trata de una orden de venta condicionada a que el precio de un valor caiga hasta un determinado precio. En ese momento el broker ejecutará la venta. Con esto conseguirás limitar las pérdidas o proteger las ganancias latentes.

Por ejemplo, imagina que compras la acción A por 5 EUR. En el momento de compra podrías establecer un stop loss en 4,5 EUR (esto es, una caída del 10%). De esta forma, si la acción cae en algún momento posterior a tu inversión, el broker ejecutará la venta de tus acciones materializando la pérdida del 10% pero limitándola a ese nivel. De no tener el stop loss, deberías estar continuamente atento por si tu posición entra en una clara tendencia bajista. Si, por ejemplo, la acción A continuase cayendo hasta los 3,5 EUR (caída del 30%), habrías limitado sustancialmente las perdidas.

Pero el stop loss no sólo sirve para limitar las pérdidas. También puedes proteger las ganancias latentes. Siguiendo con el ejemplo anterior, si tras la compra de la acción, esta se revaloriza hasta los 5,5 EUR (+10%) podrías fijar un nuevo stop loss en ese nivel para proteger esa revalorización que has conseguido hasta el momento.

Esta herramienta, al igual que las alertas, te permite realizar un seguimiento más automatizado y ayuda a limitar y conocer exactamente cuál puede ser la pérdida máxima que podrás registrar.

Mantén el balance deseado en tu cartera de inversión

El rebalanceo consiste en reajustar el peso de los diferentes activos en cartera, que hayan podido desviarse de su peso objetivo, o inicial, como consecuencia de los movimientos en el mercado.

Aunque tu cartera esté compuesta inicialmente por un 30% de productos de renta fija y un 70% de renta variable, la diferente evolución de los activos hará que ese posicionamiento cambie a lo largo del tiempo. Esto puede provocar que el perfil de riesgo de tu cartera cambie incluso aunque no hayas hecho ningún cambio u operación.

Por eso, cada cierto tiempo, cada año, por ejemplo, o cuando detectes que la composición de tu cartera ha cambiado sustancialmente, deberás rebalancear el peso de los activos que la conforman hasta tener de nuevo la cartera equilibrada.

Utiliza un ETF inverso en marcados sobrevalorados

Un ETF inverso es un producto que replica el comportamiento de un índice a la inversa y que puede utilizarse como herramienta de protección contra la caída de ciertos mercados o sectores.

Por ejemplo, un ETF inverso sobre el Ibex 35 subirá un 5% cuando el Ibex 35 caiga un 5%. Este tipo de activo puede ser útil cuando consideres que la valoración de un mercado es elevada y por tanto pueda caer. Mediante la inversión en un ETF inverso podrás cubrir parcialmente el riesgo del conjunto de tu cartera.

Garantiza tu inversión

Los productos garantizados son aquellos que garantizan de forma total o parcial el capital invertido, y ofrecen una potencial rentabilidad sobre dicho capital. La principal ventaja de este tipo de productos es que no están expuestos a los movimientos de mercado, y por tanto no presentan riesgo de pérdidas. No obstante, hay que tener en cuenta que la rentabilidad que ofrecen los productos garantizados suele ser limitada, y no suele alcanzar niveles elevados.

La combinación de este tipo de productos con otros con mayores expectativas de rentabilidad permitirá equilibrar el riesgo global de tu cartera.

Escucha a los analistas expertos

Para proteger tus inversiones es aconsejable tener presente la opinión de los analistas de inversiones expertos. Lee sus análisis, pues pueden darte pautas sobre la posible sobrevaloración o infravaloración de un activo. De este modo, podrás tomar decisiones de inversión más objetivas y evitar mantener en cartera activos con un potencial de aumento de precio muy bajo o bien con un potencial de caída de precio muy alto.

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