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¿Conoces la expresión “no guardar todos los huevos en la misma cesta”? Esta máxima es todo un mantra en el mundo de las inversiones, pues es una de las mejores fórmulas para reducir riesgos y al mismo tiempo aprovechar oportunidades.

En este artículo te contamos en qué consiste la diversificación a la hora de invertir y cómo se aplica.

¿En qué consiste la diversificación?

Diversificar tus inversiones implica distribuir tu dinero en diferentes tipos de activos, desde acciones a bonos pasando por fondos de inversión, materias primas, divisas o productos garantizados. E incluso, dentro de cada tipo de activo, no apostar todo el capital a un único producto, por ejemplo, acciones de empresas de un mismo sector o de un único país.

El objetivo es reducir el riesgo de perder dinero si un activo en particular no tiene un buen comportamiento. Es algo obvio: si todos los activos en los que inviertes son parecidos, tu cartera tendrá un muy buen comportamiento si su evolución es buena, pero en caso contrario, la evolución de tu cartera será muy negativa, ya que todos los activos se comportarán igual de mal.

¿Por qué es importante diversificar las inversiones?

La razón fundamental para diversificar una cartera no es tanto conseguir una rentabilidad más elevada, sino tratar de reducir el riesgo incorporando activos que, cuando algunas inversiones vayan mal, presenten un buen comportamiento. Si un sector o una industria sufre pérdidas, es menos probable que afecte gravemente a tu cartera si tienes inversiones en otras áreas que se desempeñan bien.

Pero la diversificación no sólo es una herramienta de control de riesgos. Diversificar correctamente te puede ayudar a buscar oportunidades y fuentes de rentabilidad muy diversas. Al dotar de un enfoque global a tus inversiones podrás aprovechar en cada momento las mejores oportunidades de inversión que veas en los diferentes activos, regiones o sectores. Si solo inviertes en acciones, por ejemplo, no te podrás beneficiar de un posible buen comportamiento del mercado de bonos. O si solo inviertes en Europa, tendrás complicado aprovechar la evolución de las compañías tecnológicas punteras a nivel global.

Por tanto, puedes plantearte no solo diversificar regional y sectorialmente. También podrías valorar incluir diferentes activos en tus inversiones. Y, de manera más concreta, decidir incluir activos que se consideran de protección. En los mercados hay determinados activos que, de forma general a lo largo del tiempo, muestran un comportamiento favorable cuando "las cosas se tuercen". El oro, el dólar estadounidense o la deuda pública de Estados Unidos, entre otros, son inversiones de este tipo, conocidas como activos refugio. Te invitamos a considerar la posibilidad de mantener cierta exposición a este tipo de activos para una mayor protección de tu cartera.

¿Cómo diversificar las inversiones?

Una correcta diversificación no sólo pasa por incluir muchos activos en cartera. Esto servirá de muy poco si todos los activos tienen características muy similares y su evolución depende de las mismas variables. Será necesario que los activos sean de diferente tipología, pero además, es conveniente diversificar las inversiones geográfica y sectorialmente e incluso por divisa.

Diversificación por tipo de activo

Los activos financieros son títulos que otorgan al comprador el derecho a recibir un ingreso futuro por parte del vendedor, cada uno con unas características determinadas de liquidez, riesgo y rentabilidad. Diversificar en cuanto a tipo de activo implica repartir el capital que se va a invertir en acciones (no solo de un mismo tipo de empresas), pero también bonos (del Estado o de empresas privadas), ETFs o fondos de inversión, entre otras opciones.

Diversificación por mercados

No todas las economías se comportan del mismo modo en un determinado momento. Un país puede estar en alza y otra geografía en recesión. Por ello diversificar también implica no escoger activos procedentes de un único mercado, sino invertir en empresas de diferentes países y regiones del mundo.

Diversificación por sectores

Del mismo modo, una coyuntura puede ser favorable para empresas de un determinado sector (energía, defensa, salud o tecnología, por ejemplo) y al mismo tiempo puede ser negativa para otros sectores, por lo que una cartera de activos repartida en distintos sectores ayudará a compensar pérdidas y ganancias.

Diversificación por divisas

No todas las divisas son igual de fuertes ni resisten igual las fluctuaciones del mercado o los vaivenes de la economía, así que también se puede diversificar invirtiendo en divisas, como el dólar o la libra esterlina, o emplear estrategias de cobertura para reducir el riesgo de tipo de cambio.

En definitiva, a mayores de cualquier otro criterio, la diversificación debe marcar tu estrategia inversora si deseas estar protegido frente a los riesgos del mercado.

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