¿Qué hacer si ya es demasiado tarde y has caído en la trampa?
Puede ocurrir. No serías ni el primero ni el último: en esta ocasión no te has dado cuenta de que estabas ante un intento de fraude has hecho lo que te pedía el mensaje. Si estás en esta situación lo más importante es tomar conciencia de ello, actuar con serenidad y sentido común, analizando lo que acabas de hacer y actuando en consecuencia.
Si has facilitado datos bancarios (número de tarjeta, PIN, CVV, tarjeta de coordenadas, etc.) lo primero que tienes que hacer es contactar con tu banco y explicar lo sucedido para que tomen las medidas reactivas que correspondan y mitiguen al máximo las posibles consecuencias del phishing. Si eres cliente del Santander, contacta cuanto antes con Superlínea en el 915 123 123.
Del mismo modo debes actuar si, en lugar de datos bancarios, lo que te han solicitado es otro tipo de información privada: contacta con el servicio que corresponda y notifica la situación para que en caso de problemas, puedas demostrar que fue por este motivo.
Como medida complementaria, debes monitorizar con cierta periodicidad, lo que internet sabe de ti, para ver si los delincuentes están haciendo uso de esos datos sin tu consentimiento. Y en el caso de las cuentas bancarias nunca está de más que consultes tus movimientos con frecuencia. Así podrás detectar a tiempo cualquier movimiento sospechoso.
Por otro lado, si se ha infectado tu dispositivo, tendrás que proceder a su desinfección. Si tienes problemas en esto, puedes acudir a la web de la OSI donde encontrarás muy bien explicados los pasos que debes seguir y que, además, te pueden ayudar en esta tarea a través de su teléfono de Atención 017.
Finalmente, te recomendamos denunciar los hechos ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), para que con todas las pruebas del delito tomen las medidas que correspondan para dar caza a los ciberdelincuentes.