Cambio de uso de suelo forestal a agrícola: cómo solicitarlo
PYMES Y NEGOCIOS I 13 de agosto de 2024
El uso dado a los suelos forestales no es inamovible. Con esto queremos decir que, si se dan las circunstancias adecuadas y se presenta una solicitud conforme a la ley es posible modificarlo y darle otro diferente.
En este sentido, el cambio de uso de suelo forestal a agrícola es uno de los más habituales. Pero, ¿cuándo es necesario y qué consecuencias tiene para el medioambiente? En este artículo lo vamos a explicar y, además, contaremos cómo realizar la solicitud.
Un terreno agrícola, como su propio nombre indica, es aquel que está destinado a la práctica de la agricultura. Es decir, al cultivo de plantas y, a través de ellas, a la producción de alimentos para los seres humanos o el ganado.
Por su parte, un terreno forestal, según la Ley 16/1995, es toda aquella parcela de suelo en el que existen árboles, arbustos o hierbas introducidas o que han crecido de forma espontánea. Se trata, por tanto, de una superficie natural en la que no ha intervenido la labor agrícola del ser humano, como puede ser un bosque.
Generalmente, el cambio de uso de suelo forestal a agrícola suele ser necesario cuando se quieren cultivar tierras que, hasta ese momento, habían permanecido sin ser explotadas. Para poder hacer este cambio, es necesario que las autoridades competentes en materia medioambiental de la comunidad autónoma en la que esté situado el terreno den su aprobación.
A este respecto, para que la comunidad autónoma apruebe el cambio de uso del suelo, ya sea para la realización de tareas agrícolas o con cualquier otro fin (minería, construcción de infraestructuras y viviendas, etc.), es necesario realizar un estudio que determine su impacto en lo referente a la deforestación. Generalmente, cuando se trata de áreas protegidas, se desestima automáticamente.
En primer lugar, vamos a hablar de los inconvenientes de cambiar el uso del suelo forestal a agrícola. Sin duda, el principal perjuicio se encuentra en el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero. No hay que olvidar que los bosques albergan árboles y plantas que capturan el dióxido de carbono de forma natural y que, cuando son talados, los liberan a la atmósfera.
El dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero son los principales responsables del cambio climático. Sin embargo, no es el único problema que genera el cambio de uso del suelo. También debemos hablar de la pérdida de biodiversidad. Y es que, al eliminar los árboles y plantas del terreno, la mayoría de las especies que en él habitan pierden su hogar.
Sin embargo, este cambio de uso también puede ser ventajoso y beneficioso en determinadas circunstancias. Solo hay que pensar en cómo está creciendo la población y en que cada vez es más necesario cultivar para satisfacer las demandas de consumo. Eso sí, resulta indispensable minimizar el impacto negativo de la deforestación. Por ejemplo, poniendo en práctica técnicas agrícolas modernas y responsables con el medioambiente.
Este trámite ha de realizarse a través de la consejería de medioambiente de la comunidad autónoma en la que se encuentra el terreno. En cualquier caso, es necesario aportar la siguiente documentación en prácticamente todos los casos:
Por su parte, en caso de que se vaya a dedicar a usos agrícolas, la comunidad autónoma podrá exigir información relacionada con la rentabilidad de la propuesta. El trámite podrá hacerse tanto de forma presencial como virtual, ya que todas las comunidades autónomas de España cuentan con plataformas digitales para ello.
Pero, ¿qué pasa si la administración competente deniega la solicitud de cambio de uso del suelo forestal? En ese caso, el solicitante tendrá derecho a presentar un recurso en el plazo indicado en la notificación. En caso de que la respuesta sea afirmativa, tendrá que proceder a notificar el cambio de uso de suelo al Catastro de España.
La solicitud de cambio de uso del suelo ha de ser llevada a cabo por la persona interesada o, en su defecto, por su representante legal. Eso sí, también pueden ser las empresas o las administraciones públicas las que cursen la solicitud.
Esto es todo lo debemos saber acerca del cambio en el uso de las parcelas forestales. Ha quedado claro que se trata de una acción que solo debe llevarse a cabo cuando las condiciones lo exigen y la situación es propicia para ello, ya que de lo contrario puede suponer un grave perjuicio para el medioambiente.
Valora este artículo
Tu valoración ha sido guardada.
Posts relacionados