Fondos de inversión solidarios: invertir con propósito

En los últimos años, la inversión sostenible ha ganado protagonismo gracias al auge de los criterios ESG, siglas de environmental, social y governance (ambientales, sociales y de buen gobierno), que sirven para evaluar hasta qué punto una inversión es responsable con el entorno, las personas y la gestión de las empresas. Al mismo tiempo, ha crecido el interés por la llamada inversión de impacto, que, además de rentabilidad financiera, busca generar cambios positivos y medibles en la sociedad, ya que cada vez más personas son conscientes del efecto que sus decisiones de inversión tienen en el medio ambiente, en sus comunidades y en la sociedad en general.

En este contexto, los fondos de inversión solidarios son una opción que permite al ahorrador alinear sus decisiones financieras con sus valores. Estos productos funcionan como un fondo de inversión tradicional, pero con una característica clave: el partícipe puede contribuir al apoyo de proyectos sociales sin asumir un coste adicional, ya que la donación procede de una parte de la comisión de gestión que la entidad cede a iniciativas solidarias.

Invertir bien también puede significar hacer el bien. Con los fondos solidarios, cada decisión de inversión puede transformar vidas.

Qué son los fondos solidarios y cómo funcionan

Los fondos de inversión solidarios son productos financieros que combinan la gestión habitual de un fondo con un componente social explícito. Igual que en cualquier otro fondo, el dinero de los partícipes se agrupa para invertirlo de forma diversificada, en renta fija, renta variable u otros activos, con el objetivo de obtener una rentabilidad a medio y largo plazo.

La diferencia está en que, además de esa gestión financiera, la entidad dona una parte de su comisión de gestión (el coste que cobra por administrar el fondo) a proyectos sociales, educativos, sanitarios o ambientales. Es decir, el inversor no realiza una donación directa, sino que es la gestora quien destina un porcentaje fijo de sus ingresos a iniciativas solidarias.

Por qué invertir en fondos solidarios

Los fondos solidarios se han convertido en una alternativa atractiva para quienes buscan unir rentabilidad financiera y compromiso social. Las siguientes son algunas de las razones más relevantes para incorporarlos a una cartera.

Combinan rentabilidad y propósito

Los fondos solidarios ofrecen el mismo objetivo financiero que otros fondos de inversión: obtener rentabilidad a medio y largo plazo mediante una gestión profesional y diversificada. La diferencia está en que, además de ese potencial financiero, integran un propósito social. El inversor mantiene su estrategia de ahorro y, al mismo tiempo, contribuye a causas que importan: educación, salud, igualdad, investigación, inclusión social o medio ambiente.

Permiten contribuir al impacto social sin esfuerzo adicional

El partícipe no tiene que realizar donaciones ni modificar su planificación financiera. La aportación solidaria proviene de la comisión de gestión que la entidad decide ceder, por lo que el inversor mantiene intacto su capital y su potencial de rentabilidad. Esto convierte los fondos solidarios en una forma sencilla y estable de apoyar proyectos sociales sin necesidad de trámites, pagos adicionales o dedicación de tiempo.

Beneficios reputacionales y de sostenibilidad para el sector financiero

La demanda de productos sostenibles ha impulsado a las entidades financieras a integrar criterios ESG en su oferta. Los fondos solidarios refuerzan este compromiso y aportan credibilidad a las iniciativas de sostenibilidad, al vincular directamente los ingresos de la gestora con proyectos de impacto. Para los clientes, este enfoque transmite coherencia, responsabilidad y transparencia en la forma en que la entidad gestiona sus fondos.

Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 metas fijadas por Naciones Unidas para afrontar los grandes retos sociales, económicos y ambientales del mundo. Funcionan como una hoja de ruta global que guía a gobiernos, empresas, ONG y ciudadanía hacia un desarrollo más justo, inclusivo y sostenible.

En el ámbito financiero, los fondos solidarios utilizan los ODS como referencia para elegir y evaluar los proyectos que apoyan. Este alineamiento es clave por dos motivos:

1. Garantiza que las donaciones se destinen a necesidades reales y prioritarias.

2. Permite medir el impacto de forma clara y verificable.

Para el inversor, esta alineación con los ODS no solo refuerza la confianza en la transparencia del fondo, sino que también aporta claridad sobre como su inversión contribuye a generar un cambio real y medible en áreas que afectan al bienestar y al futuro del planeta.

Ejemplo de compromiso: la gama solidaria de Santander

Hace unos años, en Banco Santander dimos un paso importante: lanzar nuestro primer fondo sostenible y solidario. Hoy, ese paso se ha convertido en un camino que seguimos recorriendo con ilusión. Ya son seis los fondos que forman parte de esta iniciativa, un reflejo claro de nuestro compromiso con las personas, el planeta y una manera de invertir más responsable.

Queremos que nuestras inversiones generen valor no solo económico, sino también social, ambiental y de buen gobierno. Por eso, cada fondo combina la búsqueda de rentabilidad con el apoyo a proyectos solidarios que marcan la diferencia. Estos proyectos, tanto de cooperación internacional como nacional, están orientados a promover el bienestar social, la salud, el empleo digno, la educación, el emprendimiento, la igualdad y el cuidado del planeta.

A través de sus fondos sostenibles y solidarios, Santander Asset Management ha donado cerca de 30 millones de euros, ha financiado más de 900 proyectos de ONG destinados a los colectivos más vulnerables y ha ayudado a más de 200.000 personas.

Porque creemos que cuidar del futuro también forma parte de nuestros valores.

Descubre más sobre esta iniciativa y conoce todos nuestros fondos sostenibles y solidarios aquí. 

Cómo empezar a invertir con propósito

Empezar a invertir en fondos solidarios es un proceso muy similar al de cualquier otro fondo de inversión. Antes de tomar una decisión, es recomendable revisar la política de inversión de cada fondo y los proyectos solidarios a los que contribuye.

Muchos inversores comienzan incorporando uno de estos fondos como parte complementaria de su cartera, destinando una pequeña aportación periódica o realizando una inversión inicial. Con el tiempo, pueden aumentar su exposición a medida que comprueban su evolución y el impacto social generado.

A veces, las pequeñas decisiones financieras generan grandes cambios. Con los fondos solidarios, tu inversión puede seguir creciendo mientras ayuda a otras personas a hacerlo también.