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Uno de los elementos centrales de cualquier nómina es la parte referente a los devengos, que no es otra cosa que los ingresos que recibe el trabajador. Estos devengos engloban diferentes conceptos, como el sueldo base, las pagas extraordinaria o las dietas. Sigue leyendo para conocer los más habituales y descubrir cómo se calculan.

¿Qué son los devengos de una nómina?

Los devengos de la nómina son todos los ingresos que ha generado el trabajador por los servicios prestados en el mes de referencia. Es decir, equivalen a la retribución total bruta del empleado antes de que se realicen las retenciones correspondientes.

Esta retribución puede incluir tanto percepciones salariales como otras no salariales. Vamos a ver qué tipos hay.

Tipos de devengos

Los devengos de la nómina pueden ser de dos tipos: salariales y no salariales. Ambos forman parte del pago que realiza la empresa a sus empleados cada mes en su nómina, pero la diferencia entre unos y otros es que los primeros forman parte del salario mientras que los segundos no, sino que satisfacen indemnizaciones o pagos previos que haya tenido que realizar el trabajador.

A continuación entenderás mejor la diferencia.

Percepciones salariales

Los devengos o percepciones salariales corresponden al salario bruto, que se distribuye en los siguientes conceptos:

  • Sueldo base: es la cantidad que fija el contrato o el convenio colectivo de aplicación para cada categoría y grupo profesional por la prestación de servicios durante la jornada ordinaria. Es el elemento central de un salario.
  • Complementos salariales: son otras cantidades que se añaden al salario en función de las circunstancias personales del trabajador (como su antigüedad en la compañía), de las características del puesto que ocupa (plus de nocturnidad, de peligrosidad, de disponibilidad, etc.) o de los resultados de la empresa.
  • Horas extraordinarias: esta cantidad corresponde a las horas fuera de la jornada laboral ordinaria realizadas por el trabajador en el mes.
  • Gratificaciones extraordinarias: equivale a las pagas extras, que suelen ser dos y abonarse en los meses de julio y diciembre o estar prorrateadas en la nómina mensual.
  • Salario en especie: son otras retribuciones no monetarias que puede percibir el trabajador en forma de bienes o servicios (como tickets de comida o de transporte, servicio de guardería o seguro médico, entre otros). No puede superar el 30% de las percepciones salariales.

Percepciones no salariales

La nómina también incluye entre los devengos las percepciones no salariales, que son retribuciones económicas que recibe el trabajador pero que no tributan como salario ni cotizan a la Seguridad Social. Entre ellas se incluyen:

  • Indemnizaciones o suplidos: compensan gastos que el trabajador haya tenido que realizar durante su trabajo (como el pago de un taxi).
  • Indemnizaciones por despido, traslado...
  • Dietas: corresponden a gastos de manutención y alojamiento en que incurra el empleado por motivos de trabajo.
  • Gastos de locomoción: para compensar los gastos de desplazamientos fuera del centro de trabajo.
  • Prestaciones e indemnizaciones de la Seguridad Social: cantidades que percibe el trabajador en caso de que se encuentre en situación de incapacidad temporal.
  • Otras, como la ropa de trabajo, herramientas o la cesta de Navidad.

¿Es lo mismo devengos que deducciones?

No, devengos y deducciones no son lo mismo. Los devengos son la parte de la nómina que corresponde a la suma de las percepciones salariales y no salariales que recibe el trabajador, mientras que las deducciones son aquella parte de las percepciones salariales que la empresa descuenta, básicamente en concepto de retenciones del IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social, pero también, por ejemplo, para el pago de cuotas sindicales.

¿Cómo calcular los devengos salariales de la nómina?

Para calcular los devengos salariales de la nómina de un trabajador han de sumarse todos los conceptos que integran su salario: sueldo base, complementos, horas extras, paga extra (prorrateada o no) y el salario en especie, si lo hay.

Las nóminas suelen ingresarse en la cuenta bancaria que el trabajador especifica a la hora de firmar su contrato de trabajo, o en cualquier otro momento más adelante. Si estás pensando en domiciliar la nómina, puedes consultar las opciones que te ofrece Banco Santander y ver si se ajustan a lo que estás buscando.

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