La agricultura y la producción de alimentos representan alrededor del 70% del uso mundial de agua. Sin embargo, debido al crecimiento demográfico, la urbanización y el cambio climático, cada vez hay más competencia por los recursos hídricos. Por este motivo, es muy importante tratar de hacer un uso más eficiente del consumo de agua en el ámbito agrícola.

Esto no solo ayuda a conservar un recurso natural limitado, sino que también sirve para mejorar la productividad y la sostenibilidad de las actividades agrícolas.

¿Qué es la escasez de agua y a qué sectores afecta?

La escasez de agua se produce cuando la demanda de este recurso supera la disponibilidad que hay en una determinada región o área geográfica, es decir, que no hay suficiente cantidad de agua para satisfacer las necesidades humanas, industriales y ecológicas en esa zona. Esta escasez puede deberse a factores como la falta de precipitaciones, la sobreexplotación de acuíferos, la degradación de fuentes o la contaminación.

En la actualidad, la escasez de agua afecta a prácticamente todos los continentes, en mayor o menor medida. Se cree que alrededor de 4000 millones de personas en todo el mundo carecen de agua durante, al menos, un mes al año.

Asimismo, la demanda de agua también está aumentando en la región mediterránea: más de 180 millones de personas se ven afectadas por la pobreza hídrica y otros 60 millones sufren de estrés hídrico (cuando la demanda es más alta que la cantidad disponible).

Pero la escasez no solo perjudica al terreno agrícola, sino también a otros sectores de la sociedad, como, por ejemplo:

  • La industria: muchas industrias dependen del agua para sus procesos de producción y refrigeración, por lo que la escasez de esta puede limitar su capacidad para operar.
  • La energía: la generación de energía requiere grandes cantidades de agua, ya sea para la refrigeración de plantas térmicas o para la producción de energía hidroeléctrica.
  • El turismo: hay ciertas áreas turísticas y recreativas que dependen del agua, como playas, lagos y ríos. Todos estos lugares pueden verse afectados por la escasez de este recurso.

Por lo tanto, la insuficiencia de agua es un desafío importante que requiere una gestión sostenible y una planificación adecuada para asegurar un uso eficiente y equitativo de este recurso que redunde en el beneficio y el desarrollo de todos los sectores de la sociedad.

6 soluciones para la escasez de agua en la agricultura

Estos son algunos de los métodos y las técnicas que pueden ayudar a reducir el consumo de agua en la agricultura:

  1. Riego por goteo: es un método de riego eficiente que consiste en la aplicación de agua directamente sobre las raíces de las plantas a través de tuberías y emisores de goteo. Este sistema minimiza las pérdidas por evaporación y escorrentía, lo que posibilita un uso más preciso del agua y reduce su consumo. Según algunos estudios, los sistemas de riego por goteo han sido utilizado con éxito en regiones áridas y semiáridas para la producción de hortalizas, cultivos y mantenimiento de árboles.
  2. Programación del riego: consiste en programar el riego de acuerdo con las necesidades de las plantas y las condiciones climáticas. Para ello, pueden utilizarse sensores de humedad del suelo y estaciones meteorológicas, ya que ayudan a determinar cuándo y cuánta agua hay que aplicar.
  3. Evitar el riego excesivo, lo que se puede conseguir regando de manera puntual en los momentos más frescos del día, como por la noche o temprano por la mañana, ya que de este modo se reduce la evaporación del agua. En otras palabras, si optimizamos los sistemas de riego que ya tenemos, podemos reducir de manera significativa el consumo de agua.
  4. Implementar tecnologías de riego de alta eficiencia, como, por ejemplo, las boquillas de bajo caudal y los sistemas de control automatizados, lo que mejora la precisión del sistema y, en consecuencia, reduce las pérdidas de agua.
  5. Reutilización: los sistemas de recolección y almacenamiento de agua de lluvia en depósitos o tanques pueden proporcionar una fuente adicional para la agricultura que reduce la dependencia de los recursos hídricos convencionales. Esto es fundamental, sobre todo, en las regiones más secas.
  6. Tratar aguas residuales: con este sistema se eliminan diferentes tipos de contaminantes, desde hidrocarburos y compuestos orgánicos hasta metales, lo que permite que las aguas residuales se reciclen y puedan reutilizarse para la agronomía.

soluciones para el uso eficiente del agua en agricultura

Nuevas tecnologías para reducir el consumo de agua en la agricultura

Desde hace unos años se vienen desarrollando y aplicando tecnologías novedosas para reducir el consumo de agua en la agricultura. Estos sistemas tienen como objetivo mejorar la eficiencia del riego y promover un uso más sostenible del agua en la producción agrícola. Te explicamos tres de ellas.

Riego con ondas electromagnéticas

Este sistema utiliza tecnología basada en la aplicación de campos electromagnéticos para mejorar la absorción y distribución del agua en las plantas y en el suelo.

En el riego con ondas electromagnéticas se utilizan dispositivos que generan campos electromagnéticos de baja frecuencia e intensidad con el objetivo de alterar las propiedades del agua, mejorar su capacidad de penetración en el suelo y su absorción por parte de las raíces de las plantas.

En cualquier caso, se trata de una técnica que aún requiere investigación y evaluación científica.

Sensores de humedad del suelo

Esta técnica permite medir de manera precisa y en tiempo real la humedad del suelo en diferentes capas. Estos sensores ayudan a determinar el momento y la cantidad adecuada de agua para regar las plantas, evitando tanto el riego excesivo como el insuficiente.

Teledetección y satélites

Esta tecnología proporciona información sobre la humedad del suelo y las necesidades hídricas de los cultivos a través de imágenes y datos recopilados desde el espacio. Se trata de información que ayuda a los agricultores a realizar una gestión más precisa del riego.

En definitiva, es de vital importancia abordar la escasez de agua en la agricultura a través de la gestión sostenible de los recursos hídricos, promoviendo su conservación y su uso eficiente. Además, es necesaria la inversión en nuevas tecnologías e infraestructuras de almacenamiento y distribución.

Asimismo, también es básico seguir una planificación adecuada y que haya una colaboración entre los sectores público y privado para garantizar el acceso equitativo y sostenible al agua.

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