Así funciona la detección temprana de la cosecha de aceituna
PYMES Y NEGOCIOS I 14 de septiembre de 2023
Conocer con antelación cuál es el momento óptimo para cosechar la aceituna permite optimizar la recolección y garantizar la calidad del producto, por lo que se trata de una estrategia fundamental para la industria de la aceituna y del aceite de oliva.
Esta detección temprana de la cosecha de aceituna supone identificar y recolectar los frutos del olivo en el momento adecuado de madurez. De este modo, se garantiza un aceite de buena calidad, puesto que se evita tanto una cosecha demasiado precoz en la que la aceituna todavía no esté lista como otra muy tardía en la que el producto haya superado su punto idóneo.
Son varios los factores que influyen en los tiempos de recogida de la aceituna. En general, se podría decir que el otoño es la época adecuada para esta labor, ya que es cuando comienzan a caer los primeros frutos del olivo. Así, lo habitual es que la recolección para aceite de oliva se realice entre octubre y enero, aunque los trabajos de planificación en el campo comienzan ya en septiembre.
Sin embargo, hay otros factores que tener en cuenta para saber cuándo se debe comenzar la cosecha.
La detección temprana de la aceituna depende de una serie de factores que influyen en el punto de maduración del fruto. Son:
El monitoreo visual es la principal técnica que utilizan los agricultores para realizar una detección temprana de la cosecha de aceituna. Lo hacen a través de inspecciones de los olivos, en las que observan el color y la apariencia de los frutos. Sin embargo, este método puede resultar impreciso. Por eso, desde hace unos años se vienen aplicando numerosos avances tecnológicos encaminados a predecir la fecha en la que las aceitunas estarán listas.
Determinar cuándo las aceitunas están preparadas para su recolección requiere de la realización de pruebas por parte de los agricultores que pueden incluir la observación, el tacto de los frutos o incluso análisis químicos. Sin embargo, la aplicación de los avances tecnológicos al campo ha traído consigo nuevos métodos de detección temprana menos invasivos y más precisos. Cámaras, sensores o drones se emplean en los campos para recopilar datos sobre el estado de maduración de las aceitunas y permiten la toma de decisiones en base a criterios objetivos.
Algunos de los métodos más avanzados que se han incorporado a los trabajos de detección temprana de las aceitunas son:
Cualquiera de estos métodos basados en la tecnología suele combinarse con técnicas tradicionales.
Además de facilitar a los agricultores la toma de decisiones en cuanto a la detección temprana de las aceitunas, el uso de la tecnología en la gestión del olivar ha contribuido a mejorar la eficiencia, productividad y calidad de las cosechas y los productos derivados de ellas.
El uso de herramientas avanzadas se ha ido incorporando en cuestiones como el riego, con sistemas inteligentes que optimizan los recursos; sensores de humedad para ofrecer datos climatológicos en tiempo real; drones que monitorean los olivares desde el aire para detectar posibles enfermedades; mecanización de los trabajos de recolección; robótica para automatizar los procesos de cosecha y producción de aceite; o herramientas de software y gestión de datos para que el agricultor pueda llevar un registro minucioso del olivar.
Más allá de poder detectar en qué momento es recomendable recoger las aceitunas, existe un tipo de cosecha que se conoce como recolección temprana. La recolección temprana de la aceituna se realiza justo antes de la maduración del fruto, cuando este comienza a adquirir un tono violáceo antes de oscurecer hacia negro, un proceso que se conoce como el envero de la aceituna. El resultado de este tipo de cosecha es un aceite de alta calidad, que destaca por la frescura de su sabor y su baja acidez.
Si la recogida habitual de aceitunas se realiza entre octubre y enero, en el caso de la cosecha temprana no suele prolongarse más allá de principios de noviembre. Además, se realiza de una forma muy cuidada, a mano y de madrugada.
Las ventajas de una recolección temprana de la aceituna son:
En el lado opuesto, esta cosecha precoz presenta una desventaja, y es que, al no estar en su máximo punto de maduración, las aceitunas tienen un tamaño más reducido, lo que se traduce en un menor rendimiento de los cultivos.
El aceite de cosecha temprana es el que se produce a partir de aceitunas recolectadas cuando todavía no han alcanzado su punto de maduración plena, sino que se encuentran en fase de envero. Se trata de un aceite muy valorado por su sabor intenso y su baja acidez.
El aceite de oliva de cosecha temprana es muy apreciado por los amantes de la gastronomía y contribuye a realzar el sabor de muchos platos. Algunas de sus características más destacadas son:
El aceite de cosecha temprana y el de oliva virgen extra son dos de las variedades más valoradas del mercado, con numerosos beneficios para la salud y muy apreciadas en su uso culinario, pero también con importantes diferencias entre sí. Por ejemplo, en la complejidad de la recolección y la elaboración. Así, mientras que el aceite de cosecha temprana requiere de un método manual, más minucioso y cuidado, en el caso del aceite de oliva virgen extra, los agricultores esperan a que las aceitunas alcancen su punto de maduración y su recolección se realiza en cualquier momento de la temporada.
Estos dos tipos de aceite también se diferencian en su sabor, apariencia y propiedades. Aunque las dos variedades ofrecen una fuerte intensidad, esta se potencia en el caso de la cosecha temprana, que ofrece matices más frescos y aromáticos. Lo mismo ocurre con la acidez, que es baja en ambos casos, pero tiende a ser menor en el caso del aceite de cosecha temprana.
A nivel visual, este último se caracteriza por un verde intenso, mientras que el virgen extra se acerca más a los tonos dorados.
En cualquier caso, ya se trate de un aceite virgen extra como de uno de cosecha temprana, poder anticiparse al momento óptimo de la recolección de la aceituna para de este modo obtener un producto de la máxima calidad es fundamental. Y, en este sentido, la tecnología se convierte en la gran aliada de los agricultores.
Valora este artículo
Tu valoración ha sido guardada.