Z7_3OKIGJ82OO67706DG74JR6RLP5
Z7_3OKIGJ82OO67706DG74JR6RLP7

Los abonos verdes y los cultivos de cobertura son aquellos que se siembran con el objetivo de ayudar a regenerar o proteger un determinado terreno. Las ventajas de implementarlos en los periodos de rotación de los cultivos son numerosas, ya que la tierra recupera nutrientes, se salvaguarda de la erosión y mantiene sus niveles de humedad, además de que es más fértil para los cultivos futuros.

¿Qué son los abonos verdes y los cultivos de cobertura?

El cultivo de cobertura busca crear un manto de protección del terreno frente a los agentes externos, así como reforzar su estructura y contribuir a su recuperación, mientras que el abono verde cumple una labor principal de fertilización gracias a la descomposición posterior de las plantas. Esta es la principal diferencia entre ambos. Ahora bien, también es posible utilizar un cultivo de cobertura y después darle una segunda función como abono verde.

Como señala la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Desarrollo, “la aplicación de abono verde es una herramienta importante en la agricultura orgánica, ya que fija nitrógeno, recicla nutrientes en la rotación de cultivos y mantiene la fertilidad del suelo mediante la adición de materia orgánica”. En el cultivo de cobertura “suelen utilizarse leguminosas porque los nódulos de sus raíces contienen rizobios capaces de fijar el nitrógeno del aire y enriquecer el suelo”, mientras que el abono verde “puede incluir especies de crecimiento espontáneo, ya sean cultivos, malas hierbas u otras plantas”.

La implementación de abonos verdes y cultivos de cobertura es una forma de contribuir a que la tierra realice un periodo de descanso, en el que se refuerce la recuperación de los estratos que conforman el terreno. Esto significa que, si bien no se realiza una siembra con el fin de recolectar y comercializar posteriormente el producto cultivado, se trabaja con otros tipos de plantas para favorecer su renovación y recuperación.

Ventajas de utilizar abonos verdes y cultivos de cobertura

Más allá de ser una estrategia vinculada a la agricultura orgánica, los beneficios asociados a los abonos verdes y los cultivos de cobertura son numerosos, como ya se ha dejado entrever en líneas anteriores. Entre ellos destacan que:

  • Reducen la erosión del suelo. Esto se debe a las raíces, que fortalecen la propia estructura del terreno y la hacen mucho más fuerte. Además, estos cultivos crean un manto de protección frente a los daños que el viento y la lluvia podrían causar sobre él si no tuvieran esta barrera de seguridad.
  • Aportan nutrientes al suelo, además de recuperar e incrementar sus niveles de humedad.
  • Controlan la maleza y las enfermedades, ya que el terreno está cuidado y sí existe un cultivo que, si bien no ha sido sembrado para su posterior venta, está fortaleciendo cada uno de los estratos que lo componen.
  • Mejoran la biodiversidad y la salud del suelo. De hecho, contribuyen a que sea más fértil, lo que sin duda será un factor determinante en los futuros cultivos que se siembren en él.


Principales tipos de abonos verdes y cultivos de cobertura

Existen varios tipos de siembras que se pueden utilizar como abonos verdes y cultivos de cobertura. La diferencia normalmente radicará en el fin perseguido con su siembra y, entre las posibilidades que se pueden explorar, se encuentran aquellas dirigidas a:

  • Mejorar la fertilidad del terreno, a través de leguminosas como el trébol, o gramíneas como la cebada o el centeno.
  • Reforzar la estructura del suelo, con crucíferas como la mostaza o gramíneas como la avena.
  • Mantener y elevar los niveles de humedad, de la mano de crucíferas como el rábano.
  • Reducir las plagas y mejorar la salud de la tierra, gracias a las plantas del género eruca.

Cómo y cuándo sembrar abonos verdes y cultivos de cobertura

Habitualmente los abonos verdes y los cultivos de cobertura se implementan en aquellos momentos destinados al descanso y recuperación del terreno. Dado que existen diferentes tipos que serán más eficientes a la hora de lograr unos objetivos u otros, es importante seleccionar aquel que mejor se adecúe a las necesidades presentes en el suelo en el que se va a plantar.

Los expertos identifican dos periodos habituales para su siembra –primavera-verano, otoño-invierno–, siendo importante entender las particularidades propias del funcionamiento del abono verde y el cultivo de cobertura. En este sentido:

  • Los abonos verdes presentan dos modalidades de uso: una, en la que, tras su recolección, se deposita en el suelo para que se integre en él durante su proceso de descomposición y al mismo tiempo salvaguarde la superficie del suelo; y otra, por la que se entierra en el terreno para favorecer la fertilización natural.
  • Los cultivos de cobertura de verano pueden cubrir otros rendimientos, como servir de alimento a la ganadería, mientras que el del invierno estará más dirigido a la protección del terreno de la posible erosión causada por la propia climatología del lugar.
  • Para concluir, con independencia de que optemos por el abono verde o el cultivo de cobertura, es importante recordar que estaremos encaminándonos hacia la siembra de un producto del que no vamos a obtener un rendimiento comercial posterior, porque su objetivo será cuidar del terreno en la fase de descanso. Por este motivo es tan importante seleccionar adecuadamente la modalidad para garantizar que cumple con los objetivos fijados.

Z7_3OKIGJ82OO67706DG74JR6RL54

Valora este artículo

Tu valoración ha sido guardada.

Z7_3OKIGJ82OO67706DG74JR6RL56
¿Te ha parecido útil esta información?
Nos encantaría conocer tu opinión para mejorar
Z7_3OKIGJ82OO67706DG74JR6RL55
${loading}
×