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La llegada, por segunda vez, de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha traído consigo una reforma de la política comercial. Este cambio se ha traducido en una subida generalizada de los aranceles a los países que exportan productos al suyo y que, en el caso de los socios de la Unión Europea, se ha situado desde el 1 de agosto en el 15%.

El origen del conflicto: ¿por qué EEUU y la UE imponen aranceles?

Cuando Donald Trump regresó a la Casa Blanca como presidente de Estados Unidos, anunció un incremento generalizado de los aranceles, como medio para proteger la economía de su país. En este sentido, afirmó que las nuevas relaciones comerciales, incluyendo las mantenidas con la Unión Europea, estarían centradas en una política de ‘aranceles recíprocos’.

Este impuesto, que se aplica a los productos que terceros países pretendan vender en suelo estadounidense, se estableció en un primer momento de manera generalizada en el 10%, un porcentaje que se vería incrementado en atención al déficit comercial que se mantuviera con cada estado.

En lo que respecta a la Unión Europea, tras varios desencuentros y amenazas de subidas generalizadas por ambas partes que podrían desembocar en una guerra comercial, finalmente se ha logrado alcanzar un primer acuerdo que ha entrado en vigor el 1 de agosto de 2025. En él se ha estipulado un arancel global a las mercancías europeas, para los denominados recíprocos, de un máximo del 15%.

Sectores agrarios más afectados por los aranceles entre EEUU y la UE

En el caso de España, los productos que más afectados se han visto con la nueva política arancelaria son aquellos directamente vinculados con el sector agroalimentario, como son el aceite de oliva, el vino y determinados tipos de productos de alimentación como los quesos.

El aceite de oliva español

Según el Informe Especial Bilateral Estados Unidos 2024 desarrollado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de los 3.609 millones de euros obtenidos en exportaciones del sector agroalimentario, 1.013,4 millones de euros tuvieron su origen en el aceite de oliva.

El sector del vino y las bebidas espirituosas

El segundo producto más exportado por España a EEUU en 2024, según el citado informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, fue el vino, junto con el mosto, con un valor en exportaciones que alcanzó los 334,8 millones de euros.

Quesos y otros productos lácteos

Los quesos se convierten, en atención a los datos aportados por el Informe Especial Bilateral Estados Unidos 2024, en el quinto grupo de productos más exportados por España a suelo estadounidense, con unas ventas que en 2024 alcanzaron los 121,3 millones de euros.

Cómo afectan los aranceles agropecuarios a la rentabilidad del negocio

El acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos implica, de manera inexorable, una subida impositiva a las mercancías europeas que se vendan en territorio estadounidense. Este aumento de los costes tiene varias consecuencias. Vamos a ver algunas de ellas.

Pérdida de competitividad y caída de los márgenes

La subida de los impuestos que afectan a las mercancías exportadas desde la Unión Europea a Estados Unidos conlleva un aumento de los costes que pueden desembocar en tres escenarios:

  • Una subida de los precios, con la consiguiente pérdida potencial de competitividad en el mercado.
  • Una reducción de los márgenes de beneficios si, con la finalidad de evitar el menoscabo en la competitividad, la compañía opta por asumir el coste del incremento impositivo sin repercutir el mismo en el consumidor final.
  • Un escenario híbrido entre las dos opciones anteriores, con la que el incremento arancelario se repartiría entre el cliente y la empresa exportadora.

Reducción de los volúmenes de exportación

Otra consecuencia directa de la subida arancelaria es que las empresas extranjeras podrían optar por reducir el volumen de productos que exportan a Estados Unidos, al ver disminuidos los beneficios potenciales en dicho territorio. Esto puede conllevar la búsqueda de nuevos mercados en los que operar y con los que establecer relaciones comerciales.

Incertidumbre y su efecto en las decisiones de inversión

La falta de seguridad jurídica y los cambios constantes en la política comercial internacional mantenida por Estados Unidos en los últimos meses pueden generar un efecto de desconfianza en las empresas, especialmente en aquellas que estaban valorando invertir para ampliar su actividad en el citado país.

En definitiva, estas medidas están llevando a que muchas compañías revisen sus planes de exportación previstos para los próximos meses, especialmente ante la falta de certeza existente de que la política comercial pueda volver a modificarse en el futuro.

Estrategias para mantener la competitividad agroexportadora

Son varias las estrategias que se pueden desplegar con el objetivo de ampliar la red exportadora y evitar que los cambios arancelarios afecten de manera negativa a un negocio.

Diversificación de mercados: estrategia exportadora

El primer paso es realizar un análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades para conocer la idoneidad de dirigirse a otros mercados a nivel comercial. Es decir, determinar el potencial real de generar negocio en otros países y empezar a desarrollar estrategias de exportación dirigidas a ellos.

Adaptación del producto: cómo generar valor añadido

La ampliación de la red exportadora conlleva, de manera directa, adaptar el producto al nuevo mercado en el que se desea realizar la incursión. En el estudio de mercado que se realice del mismo será fundamental comprobar si existen productos similares al que se quiere introducir, con el objetivo de ofrecer un valor añadido real con respecto a la competencia. También será clave comprobar si es necesario modificar el producto en base a las tradiciones y cultura del país de destino.

Gestión de tipo de cambio y liquidez: herramientas clave

Uno de los riesgos que se asume en la exportación de productos fuera de las fronteras de la Unión Europea es que las fluctuaciones en los cambios de divisas puedan tener un impacto negativo en los beneficios esperados. Es por ello por lo que algunas herramientas como las coberturas de divisas y seguros de cambio son especialmente útiles para evitar ese menoscabo en la cuenta de resultados.

Si tu empresa trabaja en divisas, infórmate sobre las posibles estrategias que pueden facilitar la gestión de tus operaciones internacionales.

Resolución del 1 de agosto: qué cambia y cómo afecta al sector agrario

El pasado 27 de julio, Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo por el cual desde el 1 de agosto se aplica un arancel único y global del 15% a las exportaciones comunitarias en suelo norteamericano.

Tal y como remarcan desde la Comisión Europea, es “un tipo arancelario global y representa un límite máximo, e incluye el arancel de nación más favorecida (NMF) de los Estados Unidos, que anteriormente se sumaba a los aranceles adicionales introducidos por EE. UU”. De esta forma, exponen desde las autoridades europeas, “el límite máximo del 15% se aplica a casi todas las exportaciones de la UE actualmente sujetas a aranceles recíprocos (excepto cuando el arancel NMF de los Estados Unidos supera el 15%, en cuyo caso solo se aplica el arancel NMF sin aranceles adicionales)”.

Además, en el acuerdo se hace una mención especial al sector agrario. En esta línea se indica que, gracias a la mejora de “acceso al mercado para determinadas exportaciones agrícolas estadounidenses «no sensibles» por valor de 7.500 millones de euros”, se verán reducidos “los costes de determinados insumos para nuestros agricultores y transformadores, al tiempo que se protegen las sensibilidades agrícolas de la UE”.

Claves para adaptarse a un escenario comercial incierto en el sector agro

La incertidumbre asociada al sector agro parece quedar pausada a través del acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y la Unión Europea. De hecho, según explican desde la propia Comisión Europea, “este acuerdo político restablece estabilidad y previsibilidad para los ciudadanos y las empresas a ambos lados del Atlántico”.

Sin embargo, los últimos meses también han puesto sobre la mesa el impacto que una guerra comercial podría significar para sectores tan relevantes como el agrario. En este sentido, desde Europa recuerdan que “se trata del primer paso de un proceso que se ampliará con el tiempo para cubrir ámbitos adicionales y seguir mejorando el acceso a los mercados”.

Por ello, una forma de luchar contra la incertidumbre, así como evitar que las relaciones diplomáticas se puedan llegar a convertir en un elemento de preocupación constante de una empresa, es mediante la diversificación de mercados. De esta forma, como se ha señalado en apartados anteriores, se amplifican los puntos de exportación de una compañía y crecen los potenciales demandantes de sus productos.

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